
El exterior de la posada refleja el encanto de una parada en la carretera en las estribaciones: líneas simples, pintura pálida bajo la sombra de árboles maduros. Las interiores de las habitaciones son limpias y funcionales, con tonos neutros y luz natural filtrándose a través de amplias ventanas. El paisaje circundante añade el drama visual: colinas ondulantes, el brillo del río Kaweah cercano y el resplandor dorado de la luz del sol al atardecer.
Siglos 0 a 17
